Ubicado en la Sierra de los Molinos, en la localidad de Campo de Criptana, se sitúa otro punto importante, más que importante, de esta ruta del Quijote. Estos molinos atesoran fama mundial por ser los que inspiraron a Miguel de Cervantes para su libro. Además tres de ellos aún conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI (Burleta, Infanto y Sardinero).
Ya viene siendo costumbre que os los presente con sus característicos nombres, así que aquí van: Infante, Sardinero, Burleta, Culebro (Museo de Sara Montiel), Poyatos (Oficina de Información Turística), Inca Garcilaso, Cariari, Quimera, Pilón y Lagarto.
Y aquí en Campo de Criptana, sentado con mi libro y disfrutando este atardecer rodeado de gigantes, tenía pensado poner punto y final a esta ruta del Quijote. Pero no. En el restaurante, situado aquí en lo alto del cerro, me hablan de otra localización más para poder seguir conociendo este paisaje que tanto define la arquitectura de La Mancha: Los molinos de Mota del Cuervo. Así que, una vez más, cambio de planes. Me quedo a dormir aquí para recobrar fuerzas.