Maradona llegaba a Nápoles siendo uno de los mejores jugadores del mundo, pero su mal paso en el club azulgrana sembraba de dudas a muchos escépticos que creían que su fichaje no era la solución mas acertada, ya que el club azzurri venía de haber salvado el descenso en la temporada anterior por tan solo un punto.
Nada pareció importarle a Maradona, quien pronto se ganó el cariño y el respeto de la afición llevando al club a terminar en tercera posición en su primera temporada, a ganar el Scudetto en las temporadas 1986-87 y 1989-90 y el que sería el primer título internacional del equipo azurri; la copa de la UEFA en la temporada 1988/89.
No tenía ni idea que aún hoy Maradona levantara esa pasión en Italia. Siempre quise viajar a Argentina y visitar el estadio de Boca, pero viendo el ambiente que hay en Nápoles me lo apunto para una escapada a Italia.
Sí, el espíritu de Maradona sigue latente en Nápoles. A ver si tienes suerte y te dejan entrar al estadio.
Que pena no haberte leído antes porque hemos regalado a mis padres unos billetes a Roma y siendo mi padre un fan incondicional de Maradona le habría encantado ir a Nápoles. Le he enseñado tu blog y se ha quedado flipando con lo de Maradona. Para otra ocasión será.
Hola Sonia! Bueno, si todavía no han viajado que sepas que desde Roma se pueda ir a Nápoles en apenas 2 horas. Si van con tiempo de sobra pueden hacer una escapada de un día y regresar a Roma de nuevo.
Imagino que se podrá pero ya nos ha costado conseguir que mi padre suba a un avión como para subir a otro, jaja. Ni muerto. A ver si para algún otro año que decidan salir otra vez de España le miramos algo a Napoles.
Gracias igualmente