La mención escrita más antigua referida a la existencia de pinturas rupestres en Albarracín vino de la publicación en 1892 de Eduardo Marconell en la revista «Miscelánea Turolense». Años más tarde, este arte rupestre fue catalogado como «Arte Levantino» en el estudio científico publicado en 1911 por Juan Cabré y Henri Breuil, considerado este último como uno de los paleontólogos más importantes del mundo.
Una de las diferencias fundamentales entre este «Arte Levantino» con respecto al arte del Pleistoceno es el gran detalle y naturalismo de las escenas representadas, haciendo posible identificar diferentes representaciones como escenas de caza, danzas y batallas. Las pinturas rupestres de Albarracín se distinguen del resto de representaciones levantinas de la península por el empleo de color blanco, exclusivo de esta zona.
Buenísimo y relativamente cerca de casa jeje. Gracias, me lo apunto 🙂
Gracias mi caminante preferida ^^